Siempre me apasionaron las pinzas de colgar la ropa. De pequeño jugaba a que eran señores, guerreros, toreros, caballos, coches.
Mi madre me las quitaba constantemente para utilizarlas y cuando la ropa estaba seca, a guardar hasta la próxima colada. Ahora las veo y me apetece seguir jugando con ellas, de otra manera, pero jugando igual. ¿Te animas a ser mi compañero/a de juegos?
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Miré al horizonte y vi un paisaje frío, triste, seco a pesar del agua.
Cerré los ojos e imaginé un paisaje verde, húmedo, caliente y a la vez sereno. El trabajo de campo se hizo sin más pena ni gloria, El tiempo de edición transformó la realidad vista en la realidad imaginada. Evocación de un paisaje. --Francisco Blanco-- Tantos años reflejando rostros.
Cansados ya de tanta historia. Cuarteados por los años. Miradas dulces de hechos amargos. Anónimos rostros almacenados. Como la vida se agarra a la tierra aparentemente yerma.
Saliendo de la madre tierra, busca en el aire un poco más de vida. Arriba, el árbol, sin moverse aparentemente, crece, apunta al cielo con sus ramas, pidiendo el maná Abajo, su raíz, se abre camino como si fuese un minero a golpe de pico y barrena. La tierra yerma, se vuelve fértil en contacto con el agua y el aire. Año 2003, perdidos por los pueblos de Las Urdes.
Rincones pintorescos, personajes anónimos. Sombras que invitan a la conversación. Al fondo el sonido del valle, petirrojos, saltos de agua y chicharras. ¿Cuando le dijiste adiós a tu infancia?, Un buen día te levantaste y los juguetes ya no estaban en casa, se habían cambiado por obligaciones.
Hoy en tus recuerdos quedan retazos de aquellos días. |
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Junio 2020
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